Cruzar el caribe navegando (o cómo descubrí que tengo mal de mar)
En el 2011, después de mi primer viaje sola, volví a Buenos Aires y a la semana mis papás me invitaron de una forma bastante amorosa a mudarme sola. Obviamente ellos sabían que me gustaba viajar, y no era fácil tampoco largar a la hija menor afuera de la casa, y para que tenga bien…